Cosmética vegana y cruelty free no es un concepto único, esto es lo primero que debes tener en cuenta, así que no, no es lo mismo. No son términos sinónimos. Ya que un producto puede ser cruelty free -libre de crueldad, no ha sido testado en animales-, pero no ser vegano -contener algún ingrediente de origen animal en su composición.
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Así que te preguntarás si quiero cosmética vegana y cruelty free, ¿cómo la encuentro? La respuesta más corta es la siguiente: ten en cuenta este par de consejos. Primero: revisa si el producto que te interesa tiene alguna certificación que indique que es vegano -puede ser una etiqueta oficial o simplemente un texto informativo que diga que ese producto es vegan, vegano o 100 % vegetal y segundo: los cosméticos que se venden en la Unión Europea no deberían haber sido testados en animales, como norma general, desde 2004. Aún así hay marcas que te informan con certificaciones “cruelty free” -el popular conejo blanco- o bien lo hacen con textos que mencionan que no han sido testado en animales.
Las certificaciones ayudan a comprar vegano y cruelty free

Las certificaciones ofrecen seguridad en la compra y además ahorran un montón de tiempo. Entre las más conocidas y utilizadas están las siguientes: la European Vegetarian Union (EVU), que, enn España, la gestiona la Unión Vegetariana Española (UVE). PETA o la Vegan Society son referentes en cuanto a vegano. Mientras que PETA, Cruelty-Free International, Leaping Bunny o CCF Rabbit si piensas en cruelty-free. Las primeras te indican que lo que está en tus manos tiene una composición 100 % vegetal. En cuanto al segundo grupo se cercioran de que los ingredientes de un determinado producto no se prueban en animales; de que tampoco lo hacen con el producto final, de que los proveedores no testan sus materias primas en animales y que no se lo encargan a terceros y de que no vendan el producto en tiendas situadas en China.
¿Y si el cosmético que me interesa no me dice si es vegano o libre de crueldad? Aquí siempre es recomendable hacer una búsqueda en su página web. Vete a sus FAQ, a ver qué te cuentan. También los foros especializados en belleza vegana, por ejemplo en Facebook, son una fuente increíble de conocimiento. En última instancia, pregunta directamente a la marca, lo normal es que te contesten y aclaren tus dudas. No te extrañe que algunas marcas consideren que no deben poner “no testado en animales”. La razón es que dan por hecho que en la Unión Europea esto es una obligación, y no una medallita que se cuelga una empresa en concreto.
Es un asunto extremadamente fácil de resolver cuando lo leemos en los envases, pero complejo cuando nada se dice. Descubrir si los ingredientes de un determinado cosmético son de origen animal o vegetal con frecuencia es una misión imposible. Quien hace la ley, hace la trampa. En Europa hay excepciones en la que se permite testar en animales, seguro que te suena el caso de Vivotecnia.
Te dejo un dato: en el 80% de los países del mundo se permite la experimentación con animales para cosmética. Está prohibido en la Unión Europea y en estos países: Australia, Colombia, Corea del Sur, Guatemala, India, Islandia, Israel, México, Noruega, Nueva Zelanda, Reino Unido, Serbia, Suiza, Taiwán y Turquía.
Cosmética vegana, cruelty free, pero también sostenible y justa

Una manera de cerrar aún más el círculo es apostar por respetar a los animales. Pero también ayudar a cuidar el planeta en el que vivimos y asegurarnos de que el proceso de fabricación es justo con las personas que participan en él. Esto nos lleva a marcas más pequeñas que nacen con presupuestos más ajustados, pero con ideales más elevados. Suelen apostar por la cosmética sólida; la eliminación del plástico; la utilización de materiales compostables o reciclados, de ingredientes ecológicos. Asimismo es habitual que ayuden a proyectos que mejoran la vida de los animales y de los ecosistemas. A la vez que son una herramienta para hacer crecer las comunidades con una producción local o de cercanía. Además cerciorándose de que los derechos de los trabajadores se cumplen.